16/4/10

"En un desierto llamado Patagonia"


 Hace un tiempo, leyendo por ahí un artículo extranjero, me encontré con algo que me resultó extraño. Decía que el carnotaurus sastrei había sido descubierto en un desierto sudamericano llamado Patagonia. Me encanta leer cómo escriben desde afuera de la Argentina hacia mi país, por cosas como ésta.
Lo primero que dije fue: “no es un desierto, para nada”. Gran error. Desierto es la palabra que mejor le va a la Patagonia. De hecho, está prácticamente totalmente atravesada por la diagonal árida sudamericana.
 El problema radica en el significado que le damos a la palabra DESIERTO.
 Desde antes de las llamadas “conquistas del desierto” (que, de hecho, fueron asesinatos y otras atrocidades cometidas a los aborígenes de la Patagonia), la región fue considerada un desierto. Esta palabra se usa para expresar un total desprecio por la tierra y la Tierra. Básicamente, para la gran mayoría, un desierto es un lugar donde no hay una ciudad.
 Eso es para nosotros, sentados frente a una computadora, cómodos en una silla (o no, porque la mía es dura como el acero). Los que nos autoproclamamos evolucionados. “Civilizados” si somos un poco más modestos. Vemos en el desierto la ruina, una señal de la falta de lo esencial para vivir.
 ¿Y cómo, entonces, en los desiertos florece la vida, expresada en las más maravillosas y complejas adaptaciones para vivir? Vivir en el desierto es una continua lucha (así lo comprobaron los exploradores australianos Burke y Wills en 1860), y morir en él un verdadero honor.
 Sin estas ideas en mente, se me cruzó en la vida un viaje a Puerto Madryn, provincia de Chubut. La ciudad, famosa por la visita de las ballenas francas en la primavera, no decía mucho para mí, si iba justo luego de que los pesados mamíferos se fueran.
Lo mismo sucedió con Península Valdés. Basta con decir que aquellos que dicen que el atractivo de allí son las ballenas son unos cerrados que nada más quieren aparecer en las fotografías para afirmar que “estuvieron allí”. Unos forros.
 Sabía que no iba a ver ballenas francas. Mi única esperanza radicaba en que había una prácticamente transparente posibilidad de que hubiera orcas y/o toninas.
 En el camino, toda mi vista del desierto cambió. Pero aún así, ahora lo afirmo: la Patagonia es un desierto, uno muy bueno y grande.
Primer parada en Carmen de Patagones. Allí conocí a la colonia de loros barranqueros más grande del continente (estoy seguro que del mundo entero también), el viento más fuerte y cansador que jamás había registrado, y gente buena y agradable que seguramente no volveré a ver jamás, pero con la que por suerte no me familiaricé.
Eso me abrió lo ojos y el corazón. Y es que a partir de entonces empecé a respetar a la vida tal como es. Sin esperar nada; solamente verlo o sentirlo pasar. ACEPTARLO.
 













Ya entré en Puerto Madryn como una persona diferente.
 Como un ser diferente. Y me fui todavía más irreconocible. Un paseo por Península Valdés, cuando no hay ballenas francas, es una experiencia que hace que valga la pena vivir. Francamente, la ballena es un elemento más que encaja a la perfección en ese ecosistema perfecto y colorido como una pintura. Se lo mire por donde se lo mire, con paciencia y respeto, es PEREFECTO y SORPENDENTE.
Pingüinos, loycas, guanacos, choiques, elefantes y lobos marinos, cormoranes, petreles, gaviotas, el mar del azul más profundo jamás creado… todos y cada uno de esos elementos hacen de ese apéndice “desierto” de Chubut un lugar único que enseña mucho más de lo que nos meten en la cabeza en cualquier institución a través de cualquier medio.
 
 
Me siento profundamente agradecido por haber tenido la oportunidad de ir en esa época del año (y más aún por haber podido ir después con ballenas y todo).

Lo malo de ese lugar es que, a pesar de poder admirar la grandeza y belleza de un territorio que nunca nos perteneció, no somos capaces de valorarlo, hasta que ya no estamos allí.





De regalo, una infaltable:






11/4/10

Lanzan una red de rescate para fauna marina en Buenos Aires

Como siempre, estas notas aparecen en "información general", o sea, el último rincón de la última página del diario, o, en internet, un pequeño titulito que ni siquiera parece un link válido. Pero es bueno saberlo igual. Gracias a Diario El Día por la noticia.


"Lanzaron una red de rescate para fauna marina 
Permitirá coordinar acciones para salvar a los animales que llegan traumatizados a la costa bonaerense
Los animales varados, empetrolados o enfermos que lleguen a las costas bonaerenses tendrán una red de rescatistas que se ocuparán de reintroducirlos en su hábitat natural, gracias una iniciativa lanzada días atrás por el gobierno bonaerense.

La primera Red Oficial de Rescate de Fauna Marina funcionará bajo la órbita del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) con la coordinación de la Dirección Provincial de Recursos Naturales. A través de ella se articularán la participación del Estado y de las distintas organizaciones que trabajan en la preservación de la biodiversidad y el cuidado del medio ambiente.

Durante el acto lanzamiento de la Red de Rescate fueron liberados cuatro ejemplares de lobos marinos con la participación de la Fundación Mar del Plata Aquarium, la Prefectura Naval Argentina y distintas organizaciones ambientalistas.

Históricamente, las acciones de rescate, traslado, recuperación y liberación de fauna marina en estado traumático se realizaban de manera espontánea y voluntaria por parte de fundaciones, organizaciones civiles y centros de rescate privados, sin que existiera una intervención programada desde el Estado Provincial.

Con la conformación de esta nueva red se espera poder proteger a un gran número de especies, entre las que se encuentran las más vulnerables, como los lobos marinos, delfines, tortugas, pingüinos y aves.* "

* ¿Acaso dice pingüinos y aves?

- Esas son palabras de El Día
(Es lo más detallado que pude encontrar)

4/4/10

Billetes Argentinos -¡ahora en color!

Bueno, les comento que últimamente estoy peleado con los lápices de color, ya que mi amor pasó por completo hacia la pintura acrílica. Por eso, de no ser por el bendito Photoshop, esto no habría sido posible.
Como prometí antes, los mismo billetes, pero ahora en color, así no son tan aburridos. Vuelvo a pedir perdón a todos los animales que no aparecen.
Tal vez haga monedas...

[Click para ver más grande] aunque queda más lindo chiquito.

           
100 pesos


50 pesos


20 pesos


10 pesos


5 pesos


2 pesos

Debo confesar que detesto el trabajo por computadora, pero no puedo negar de que es mucho más fácil corregir un error en la memoria RAM que en la hoja de papel o en cualquier soporte físico.

Por favor opinen :)